La NEP es una enfermedad de presentación
enzoótica, multifactorial existiendo otras agentes
que pueden presentar similitud clínico-lesional respiratoria
como es el complejo de enfermedad respiratoria porcina que
incluye al menos, al virus del PRRS y a Mh (Fig.
11, 12 y 13). Citando únicamente éstas,
se pone en evidencia la necesidad de utilizar diferentes técnicas
laboratoriales, para la obtención de un diagnóstico
definitivo.
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Los patógenos
respiratorios virales desde una perspectiva clínica
y diagnóstica se pueden dividir en tres grupos.
Dentro del primero están los que por si solo
tiene capacidad de inducir lesiones y enfermedad clínica,
en este se incluye el síndrome respiratorio reproductivo
porcino (PRRS), el virus de Influenza porcino (SIV),
coronavirus respiratorio (PRCV) y la enfermedad de Aujeszky
(ADV).
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Tabla 1
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El segundo
grupo, podrían ser clasificados como oportunistas.
Los virus de este grupo inducen normalmente una enfermedad
subclínica, a menos que los animales estén inmunocomprometidos
o la infección esté complicada por bacterias
y/u otros virus, en el que se incluye el citomegalovirus (PCMV)
y por ahora, el circovirus (PCV), (Fig.
14 y 15) si bien hay trabajos que lo proponen como
un agente del primer grupo.
El tercer grupo son aquellos que solamente
bajo ciertas circunstancias están asociados con la
enfermedad respiratoria. Aquí se podría encuadrar
el paramyxovirus, la encefalomiocarditis y el virus de la
encefalomielitis hemaglutinante y el adenovirus. |
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Actualmente, la fase de terminación
de la producción porcina está recibiendo mucha
atención ya que de una enfermedad respiratoria aguda
se está pasando a una crónica y endémica
y como resultado un aumento de la mortalidad. El rango de
morbilidad varía entre un 30-70% y una mortalidad del
4-6%. Los diagnósticos más frecuentes son de
PRRS, Mh y Pasteurella multocida tipo A en los
pulmones afectados. Haemophilus parasuis, Streptococus
suis, SIV, o PRCV están sin embargo menos involucrados
en el síndrome. El tratamiento y la prevención
de Mh como factor primario han tenido éxito
en la fase crítica de las 18 semanas. Por lo tanto,
la posibilidad de que Mh potencie la infección
de PRRS se ha propuesto como explicación a esta forma
de PRDC.
Los patógenos bacterianos pueden agruparse
también dentro de tres categorías, basados en
su virulencia y/o ruta de infección. Así, tenemos
los primariamente inhalados, los secundariamente inhalados
y los que alcanzan el pulmón vía sanguínea.
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Los primeros tienen factores de virulencia
que comprometen las defensas naturales del pulmón.
Los más comunes de éstos son Mh, App
(Fig. 16) y Bordetella bronchiséptica.
Los segundos pueden no inducir neumonía cuando se inoculan
intratraquealmente, éstos requieren de un daño
previo de los mecanismos de defensa o limpieza pulmonar para
que puedan proliferar e inducir neumonía. Los más
comunes son Pasteurella multocida, Streptoccoccus
suis, Haemophilus parasuis, Mycoplasma hyorhinis
y Actynomices pyogenes (Fig.
17 y 18). Los patógenos
pulmonares que llegan por vía sanguínea son
consecuencia de una bacteriemia o septicemia, los más
frecuentes son Salmonella choleraesusis, Actinobacillus
suis y Actinomyces pyogenes.
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