PATOGENIA Y TRANSMISIÓN

Andrada, M., Fernández, A., Del Pozo, M. y Sánchez-Vizcaíno, J.M.

El punto central sobre el que se orientan la mayoría de los estudios de la patogenia de está enfermedad es la interacción entre el micoplasma y la membrana citoplasmática de las células epiteliales de las vías respiratorias (Fig. 1).

M. hyopneumoniae es un microorganismo extracelular cuya presencia sobre la mucosa del aparato respiratorio disminuye en el curso de la enfermedad, llegando prácticamente a desaparecer en las fases más avanzadas de la misma, pudiendo persistir o potenciarse su permanencia cuando esta asociado a una nueva bacteria secundaria recientemente descrita en porcinos, denominada (CAR-bacillus) (Cilia Asociated Respiratory Bacilllus).

 

 

El período de incubación de la NEP, así como el período activo de enfermedad (aquel en el que se manifiestan síntomas y signos clínicos) probablemente dependan de la exposición de los animales susceptibles y de la virulencia de la cepa comprometida. Estos cerdos desarrollan lesiones pulmonares evidentes a partir de los 7 a los 10 días después de la infección (Fig. 2).


La infección se origina normalmente cuando los lechones que poseen anticuerpos maternales son trasladados a las naves de engorde después del destete. Así, los lechones pasan inicialmente protegidos a estas naves, pero al perderlos quedan expuestos a los aerosoles contaminados con Mh procedentes de los animales de mayor edad que permanecen en la nave (Fig. 3).

 

Una vez que estos cerdos susceptibles se infectan con Mh, éste se adhiere al epitelio ciliado de las vías respiratorias (Fig. 4). Con el tiempo, el agente causal se multiplica y avanza por el árbol bronquial. La adhesión de M. hyopneumoniae al epitelio respiratorio es un fenómeno que, resulta de gran importancia en la patogenia de la enfermedad, ya que es el grado de adherencia el que determina la patogenicidad de las diferentes cepas de M. hyopneumoniae.


La adhesión del micoplasma a los cilios de las células epiteliales provoca, por un lado, su pérdida, (Fig. 5) comprometiendo el mecanismo defensa y por otra, un efecto citopático sobre la célula lo que se atribuye, no sólo a la capacidad de adhesión, sino también a una competencia metabólica entre el agente patógeno y la célula epitelial. La muerte celular consiguiente y su descamación provocan, como respuesta, una hiperplasia epitelial que intenta reparar la pérdida de las células (Fig. 6) (Kobisch y Friis, 1996).

 

 

En la adhesión del micoplasma a las células epiteliales ciliadas juegan un papel importante el material capsular y las fibrillas del micoplasma. La importancia de esta interacción micoplasma-célula es tal que una de las medidas preventivas que se pretenden alcanzar en el futuro es impedir, de algún modo, esa unión entre la membrana celular y la del micoplasma.

El tipo de consolidación pulmonar observado en la neumonía micoplásmica porcina refleja una distribución broncogénica que compromete la limpieza mucociliar (Fig. 7).

En cuanto a la transmisión, la principal fuente de infección en una granja es la introducción de cerdos con infección aguda o portadores. Se cree que la Neumonía Enzoótica se mantiene en las granjas infectadas, por tres mecanismos:

  • Por transmisión de M. hyopneumoniae de cerdas infectadas a sus lechones.
  • Por transmisión de cerdos infectados a otros cerdos en la fase de lactación y transiciones.
  • Y por transmisión de cerdos de las fases de crecimiento y acabado a cerdos más jóvenes que entran en estas instalacione.

Cuando los lechones se infectan a una edad muy temprana, los propios animales afectados se convierten en excretores de Micoplasma. Una vez se infecta la granja, M. hyopneumoniae se extenderá lentamente a toda la población susceptible. Los lechones recién nacidos son infectados por hembras cuya función es la de animales portadores (transmisión vertical). Es más, son mayoría las hembras primíparas las que excretan M. hyopneumoniae, infectando así directamente a su descendencia. La excreción de micoplasma por las hembras primíparas es atribuible a la baja inmunidad contra el micoplasma en estas cerdas.

Es menos probable que transmitan la enfermedad a su descendencia las cerdas más mayores que las cerdas más jóvenes. Los cerdos también pueden ser infectados por otros cerdos (transmisión horizontal); el Micoplasma se trasmite de unos animales infectados a otros por aerosol (transmisión por vía aérea) o por contacto directo con las secreciones respiratorias de los animales infectados.

La propagación de M. hyopneumoniae de una granja a otra es más probable cuando hay poca distancia entre granjas, cuando la zona es de alta densidad porcina es densa y cuando hay distancias cortas de la explotación a rutas de alto tráfico de porcino.

 


Los riesgos más altos de infección están presentes en los sistemas continuos, debido a la incorporación continua de cerdos nuevos a la granja. Los cerdos libres de micoplasma se infectan al entrar, y los animales infectados por M. hyopneumoniae propagarán la infección cuando entren en una granja libre de micoplasma. La diseminación por vía aérea es la principal amenaza de las granjas libres con un sistema cerrado de manejo. La infección transmitida por vía aérea es, por tanto, difícil del evitar en las granjas LNE; es más, a menudo es imposible llevar a cabo un seguimiento del periodo inicial de infección, puesto que la NE puede permanecer subclínica si no tienen lugar infecciones secundarias de importancia. Los poderosos sistemas de ventilación de las unidades modernas de engorde de ganado porcino pueden dispersar las partículas infecciosas sobre un área muy extensa. Se han descrito brotes de Neumonía Enzoótica en granjas libres de Neumonía Enzoótica a menos de 3,2 km de distancia.


Los factores ambientales generales que también deben tenerse en consideración son el tamaño de la granja y la densidad de la población porcina.. El riesgo de NE aumentará con el tamaño de la granja, pero existe una enorme variabilidad partiendo de valores medios debido a la interferencia de otros factores de predisposición. Una vez que la piara se ha infectado con M. hyopneumoniae, la infección se volverá enzoótica, aunque los síntomas clínicos variarán dependiendo de la gestión de la piara, la concentración de cerdos, el empleo de antibióticos, las infecciones secundarias.

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