Micoplasmosis: ¿qué vacuna proporciona mayor protección?
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La respuesta a esta pregunta del título puede variar. En países y granjas avícolas con medidas frágiles de bioseguridad, la coriza infecciosa de las gallinas es una enfermedad endémica. Ahora, en las regiones avícolas desarrolladas, estuvo, durante mucho tiempo, bajo control. Sin embargo, se ha comprobado que existen desafíos de la enfermedad en las granjas avícolas incluso con vacunación frecuente.
Esta situación vista recientemente en los planteles brasileños se puede atribuir a algunos factores. Uno de ellos es el hecho de que los alojamientos son más grandes y con mayor densificación de aves, lo que facilita la contaminación horizontal (del ave infectada al ave sana). Otro factor es que podemos estar delante de cepas variantes de Avibacterium paragallinarum – de misma forma cómo sucedió en las zonas avícolas de África del Sur.
Nelson Haga, gerente comercial de Biocamp
“La coriza infecciosa es una enfermedad de difícil control cuando existen cepas variantes, porque en el desarrollo de una vacuna se eligen solo unos pocos serovares de Avibacterium paragallinarum, que pueden ser diferentes a los que circulan en el campo”, explica el Gerente de Negocios de Biocamp, Nelson Haga.
El propio programa de vacunación también puede estar desalineado y ser un factor que contribuya a la aparición de nuevos casos de coriza infecciosa. Puede haber una concentración inadecuada de bacterias (antígeno) o una respuesta inmune retrasada o insuficiente.
“Además, las vacunas inactivadas contra la coriza infecciosa asociada a otros agentes bacterianos y virales son buenas alternativas considerando el costo-beneficio, pero acaban teniendo una menor especificidad de respuesta. Entonces, cuando hay una asociación de agentes inmunizantes en un mismo producto, puede perder su efectividad”, dice Nelson.
Teniendo en cuenta todo esto, ¿cuál es la mejor manera de prevenir actualmente el plantel contra la coriza infecciosa?
Manejo y vacunación
Las buenas prácticas de manejo asociadas con un estricto protocolo de vacunación son esenciales para prevenir y contener la coriza infecciosa. Como la bacteria Avibacterium paragallinarum sólo sobrevive fuera del huésped, las medidas eficientes de manejo ya contribuyen a su control – consulte aquí las 7 medidas de bioseguridad para granjas comerciales de gallinas ponedoras.
Sin embargo, la mejor herramienta de prevención es la inmunización de las aves. Y un programa de vacunación eficaz es aquel en el que las vacunas se eligen de acuerdo con los desafíos de campo actuales. La primera recomendación es proteger el lote contra la micoplasmosis, una enfermedad oportunista que puede empeorar los síntomas de la coriza infecciosa. Hablamos más al respecto aquí.
La segunda recomendación es proteger el lote directamente contra la coriza infecciosa. Actualmente, existen vacunas en el mercado que cuentan con los serotipos A, B y C de Avibacterium paragallinarum y garantizan una amplia protección frente a los desafíos de campo. Sin embargo, ante un posible escenario de cepas variantes, la vacuna autógena acaba siendo una de las principales alternativas de control – y debe ser considerada.
Vacunas autógenas: medida eficaz contra cepas variantes
Las vacunas autógenas están indicadas cuando las vacunas de la línea comercial no proporcionan una protección adecuada a las aves. Entran para controlar el brote de una enfermedad ya presente en el plantel o para garantizar la inmunidad de los lotes que se alojan en una misma propiedad.
También conocidas como vacunas autólogas o autovacunas, son productos personalizados producidos para satisfacer las necesidades específicas de prevención de enfermedades en la propiedad, ya que se preparan con el mismo agente que está causando la enfermedad infecciosa.
Nelson recomienda dos dosis de vacuna autógena frente a la coriza infecciosa, la primera entre las 5 a 6 semanas y la segunda entre las 12 a 14 semanas, y refuerza que este tipo de medida ya se ha aplicado de manera efectiva en algunos planteles donde hay un desafío de coriza infecciosa.
Si usted entiende que el invierno es un período crítico para las gallinas ponedoras comerciales y desea prevenir problemas respiratorios y pérdidas de producción en su granja, vea cómo ajustar su programa de vacunación para que la coriza infecciosa no entre en el plantel. ¡Hable con los técnicos de Biocamp!
Ahora, si usted ya está enfrentando este desafío en la actualidad en su granja, ¡conozca a AutoVac®! La vacuna desarrollada por Biocamp y aprobada por el MAPA (Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento) pasa por un estricto control de calidad para reducir las pérdidas de producción.
