Moquillo canino: un virus mortal para los perros y especialmente para los cachorros que sólo puede prevenirse mediante vacunación.

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Si tu cachorro tiene secreciones oculares y nasales, tose, estornuda y no está vacunado, puede tener moquillo. Sepa que del moquillo mueren los cachorros no vacunados.

El moquillo canino es una enfermedad causada por un virus que afecta a los perros y para la que no existe cura específica.

En los cachorros, el riesgo de mortalidad es del 80%.

En los adultos, en cambio, la evolución de la enfermedad y el éxito del tratamiento dependen de la capacidad de reacción del sistema inmunitario del perro enfermo.

La enfermedad está causada por un virus que pertenece a la misma cepa que causa el sarampión en los humanos.

El éxito de la terapia depende en gran medida de la capacidad de reacción del sistema inmunitario del perro enfermo.

¿Cómo se produce el contagio?

El virus se transmite por contacto con:

  • saliva
  • orina
  • heces

Y puede ocurrir:

  • directamente
    directamente
    por proximidad a animales enfermos y sus secreciones
  • indirectamente
    indirectamente
    a través de objetos contaminados con el virus procedentes de animales enfermos (cuencos o alimentos infectados) o partículas infectadas transportadas por el aire

¿Dónde suele producirse el contagio?

La propagación y el contagio se ven favorecidos por la promiscuidad típica de los entornos frecuentados por muchos animales, como perreras, granjas de cría, parques y zonas de juego.

Se trata de lugares donde, en presencia de muchos perros, es más probable que haya alguno que no haya sido vacunado.

¿Cómo reducir la probabilidad de infección en lugares de alto riesgo?

El virus tiene poca resistencia ambiental y es sensible a la luz ultravioleta, el calor, la desecación y se inactiva rápidamente incluso con los desinfectantes comunes.

Para evitar una propagación incontrolada, ya es una buena norma desinfectar e higienizar siempre las habitaciones y los objetos:

  • caja
  • perreras
  • cuencos
  • cepillos
  • correas
  • collares

Estas prácticas cotidianas de higiene y limpieza reducen al mínimo las posibilidades de propagación del virus en el entorno y minimizan las posibilidades de contagio vinculadas a la posible presencia de animales enfermos.

¿Cómo se manifiesta el moquillo en los perros?

El moquillo se manifiesta inicialmente con síntomas también comunes a otras enfermedades (fiebre o catarro).

Poco después de afectar al sistema respiratorio localizándose en las amígdalas, los ganglios linfáticos y los pulmones del perro, el virus se instala en la sangre y afecta al sistema digestivo.

Finalmente, la enfermedad produce sus efectos en el sistema nervioso y lleva al perro a la muerte en pocos días.

Puede tener diversos grados de intensidad y manifestarse de forma hiperaguda, aguda o subaguda.

La forma hiperaguda

La forma hiperaguda suele afectar a animales más jóvenes, es decir, cachorros de menos de tres meses que aún no han sido vacunados.

Los síntomas más comunes son falta de apetito y diarrea, tos, conjuntivitis y temblores.

Si no se actúa a tiempo, la enfermedad en este caso conduce a la muerte del animal

Las formas aguda y subaguda

Las formas aguda y subaguda del moquillo suelen afectar a perros adultos o cachorros de más de tres meses.

En la primera fase aparecen fiebre, tos, estornudos, formación de mucosidad alrededor de los ojos.

La forma intestinal, en la segunda fase, se manifiesta con deshidratación, falta de apetito, vómitos, deposiciones irregulares y diarrea hemorrágica.

En la forma que afecta al sistema nervioso, también se producen convulsiones, parálisis, depresión, espasmos musculares y movimientos descoordinados.

Terapia y tratamientos

Los síntomas y la evolución de la enfermedad dependen de la virulencia de la cepa vírica, las condiciones ambientales, la edad y el estado inmunitario del paciente.

Las terapias aplicadas varían en función del estado específico del animal pero, por desgracia, sólo son tratamientos de apoyo: de hecho, no existe una verdadera cura específica.

Si la respuesta inmunitaria del perro es rápida y eficaz, se produce la eliminación completa del virus del organismo.

Los individuos curados eliminan el virus durante unos 60-90 días y permanecen inmunizados de por vida.

Si la respuesta inmunitaria es débil o insuficiente, el virus se propaga rápidamente y el riesgo de mortalidad es elevado.

La admisión es necesaria

Todos los tratamientos, sin embargo, requieren que el perro sea ingresado en un centro adecuadamente equipado, donde pueda mantenerse aislado y constantemente vigilado, y al que se le puedan administrar:

  • líquidos intravenosos para contrarrestar la deshidratación
  • antibióticos para combatir las infecciones bacterianas causadas por el debilitamiento del organismo
  • medicamentos para controlar las convulsiones y los espasmos musculares
  • terapias específicas en caso de problemas de visión, para intentar evitar la ceguera

Vacuna

Si bien es cierto que usted no es directamente responsable del nivel de higiene de las instalaciones que frecuenta su perro, lo que sin duda entra dentro de su responsabilidad es la atención a la profilaxis vacunal.

Existen vacunas específicas contra el moquillo: no son obligatorias, pero se recomiendan encarecidamente a todos los perros, independientemente de su estilo de vida.

Consulte a su veterinario para determinar el momento y la forma de vacunación óptimos para su perro, ya sea cachorro o adulto.

No dude en ponerse en contacto con nosotros para exámenes preventivos, vacunaciones y consejos prácticos.

El personal de la Clínica La Veterinaria está a su disposición todos los días, incluidos festivos las 24 horas del día, con un servicio de urgencias de 20 a 8 horas.

Por la alegría de verlos FELICES.

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