"No voy a ser mascota del poder por ninguna candidatura. No voy a entrar en el juego perverso que nos imponen con fachada democrática para que esos mismos jueces, encaramados hoy en la Corte, dicten un fallo inhabilitándome o directamente sacándome cualquier candidatura que pueda ostentar, para dejar al Peronismo en absoluta fragilidad y debilidad frente a la contienda electoral", escribió Cristina Kirchner. Y el kirchnerismo huérfano debe ahora tomar el “bastón de mariscal” que la vicepresidenta les marcó meses atrás.
El ciclo de CFK en la función pública entrará nuevamente en pausa como en 2015, cuando dejó la presidencia, tras 20 años ininterrumpidos ocupando cargos públicos, desde los '80, cuando Néstor Kirchner asumió cargos políticos en la provincia de Santa Cruz.
En 1981, el matrimonio Kirchner fundó el ateneo Juan Domingo Perón, plataforma política con la que competirían por la intendencia de Río Gallegos en el 83, con un armado político que incluía a Alicia Kirchner y Carlos Zannini, entre otros. El primer cargo electivo de la hoy vicepresidenta fue en 1989 como legisladora provincial.
A mediados de los noventa, Cristina llegaría al Congreso Nacional como senadora por Santa Cruz en 1995, cargo que ocupó hasta 1997, cuando dejó esa banca para pasar a la Cámara Baja como diputada, desde 1997 hasta 2001, por la misma provincia.
En 2001 fue elegida nuevamente senadora por Santa Cruz. Y asumió la presidencia de la Comisión de Asuntos Constitucionales, donde se trató la modificación del Consejo de la Magistratura, y de la ley que luego permitió la actual conformación de la Corte Suprema.
En 2005, como primera dama, competiría nuevamente por una banca en el Senado, ahora por la provincia de Buenos Aires. Cargo al que renunció en 2007, tras ser electa Presidenta. En 2011 sería reelegida por amplio margen y ejerció la presidencia hasta el 2015.
Entre 2015 y 2017, Cristina Kirchner no ocupó cargos públicos: tras finalizar su segundo mandato presidencial centró sus esfuerzos en el fortalecimiento y la promoción de su partido político, el Frente para la Victoria, y en la defensa de sus políticas y legado.
Pero en 2017, presionada por su situación legal siendo sujeto de varias investigaciones judiciales, se postuló como candidata a senadora nacional por la provincia de Buenos Aires. En las legislativas de ese año cayó ante Esteban Bullrich, pero resultó electa como primera minoría y asumió su cargo en diciembre de ese año.
Y en 2019 se convertiría en vicepresidenta, ejerciendo su poder de veto como principal accionista del Frente de Todos, un espacio que hoy cruje frente al fracaso de la gestión, principal motivo para la baja de Alberto Fernández de un intento reeleccionario. Y también de una candidatura por circunscripta aclamación popular de Cristina Kirchner, que sin embargo espera poder seguir tirando de los hilos: "Ojo, los que están pensando que me voy a dedicar a cuidar a los nietos, mejor que se olviden", afirmó al respecto frente a sindicalistas.
por R.N.
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