Erliquia o ehrlichiosis canina. Qué síntomas produce y cómo se trata y previene

  • La ehrlichiosis canina es una enfermedad provocada por una bacteria y transmitida por las garrapatas. 
  • Es fácil de tratar con antibióticos, pero si no se detecta en las primeras fases, el pronóstico es peor. 
La garrapata es el véctor que transmite la ehrlichiosis canina
La garrapata es el véctor que transmite la ehrlichiosis canina
Laureetta Williams / Pixabay
La garrapata es el véctor que transmite la ehrlichiosis canina

La erliquia o ehrlichiosis canina es una enfermedad infecciosa provocada por la bacteria Ehrlichia canis (E.canis) y que afecta principalmente a los perros. Para trasmitirse, esta bacteria necesita de un vector, que en este caso es la garrapata Rhipicephalus sanguineus, también conocida como la garrapata marrón del perro. Este parásito se alimenta de la sangre de un perro infectado, y al morder y alimentar se otro animal, le transmite la enfermedad. Aunque es menos frecuente, también puede contagiarse a través de transfusión sanguínea. La infección puede permanecer activa unas semanas o cronificarse y provocar problemas a largo plazo, por lo que es importante detectarla y tratarla en fases tempranas.

¿Qué síntomas produce?

La ehrlichiosis canina puede constar de tres fases. La primera fase, o fase aguda tiene lugar después del periodo de incubación, que se extiende entre 8 y 20 días. Después de este periodo, aparecen los síntomas, que pueden durar unos 15 días. Durante estas dos semanas, el perro puede experimentar fiebre, decaimiento, anorexia, petequias, inflamación de los ganglios o signos neurológicos, entre otros. Esta fase suele presentarse en primavera y otoño, época de mayor presencia de garrapatas.

Tras la fase aguda, el perro puede recuperarse completamente o pasar a la siguiente fase de la enfermedad, la subclínica, en la que no se presentan síntomas, pero tampoco se ha eliminado el patógeno. Esta fase puede durar incluso años, pero, aunque no enferme, el animal sí puede seguir trasmitiendo la bacteria a través de las garrapatas.

Pasada la fase subclínica, tras un tiempo indeterminado, comienza la fase crónica, en la que se presentan otros síntomas, muchos de ellos graves como petequias, sangrado nasal, palidez de mucosas, adelgazamiento, depresión, coagulopatía grave, lesiones e inflamación oculares, dolor articular, cojeras, hemorragias, signos neurológicos como falta de reflejos, edemas en los miembros posteriores o el escroto, insuficiencia renal o infecciones secundarias debido a la debilidad del sistema inmune. De no tratarse a tiempo, esta fase puede llega a ser fatal.

¿Hay tratamiento?

Sí, y suele ser muy eficaz si se trata en la fase aguda. El tratamiento, en todas las fases, es la doxiciclina, un antibiótico que puede acabar con la E. canis en unos 15 días, pero que se recomiendan tratamientos de al menos 21 días. Las infecciones en fase aguda remiten rápidamente, en las fases subclínica y crónicas también es eficaz, pero el pronóstico es peor. Además, es probable que el tratamiento se complemente con suplementos de vitaminas y minerales debido a la presencia de anemia durante la enfermedad, o que el can necesite incluso trasfusiones de plasma. A los seis meses se deberá confirmar a través de un análisis que el tratamiento ha funcionado. Los Pastores Alemanes y Doberman Pinschers tienden a tener una forma crónica más grave de la enfermedad.

¿Cómo se previene?

Dado que no existe vacuna y es una enfermedad de difícil diagnóstico, especialmente en la fase subclínica, y porque comparte síntomas con otras enfermedades, lo mejor es la prevención, es decir, evitar que los perros sean picados por las garrapatas. Para ello, podemos tomar algunas precauciones, como:

•Revisar a la mascota antes y después de salir de paseo.

•Evitar pasear por zonas húmedas y con muchos matorrales, especialmente en temporada de garrapatas.

•Peinar al perro con frecuencia.

•Utilizar productos antiparasitarios regularmente.

•Usar un collar de ectoparasiticida y cambiarlo cuando indique el fabricante (suele ser cada seis meses).

•Realizar una desinfección ambiental para el control de garrapatas en los lugares donde pase tiempo el perro, como cama o el jardín.

Si mantenemos al perro alejado de las garrapatas, no sólo prevendremos la ehrlichiosis, también otras enfermedades como la Babesia, la enfermedad de Lyme, la fiebre de las Montañas Rocosas o la anaplasmosis, todas ellas transmitas por este parásito. 

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