El higo chumbo, un gran remedio para detener las diarreas

La cumbera no solamente forma parte habitual de nuestro paisaje rural, sino que sus frutos podemos encontrarlos esta temporada en los mercados. El higo chumbo es el fruto de la chumbera, un cactus comestible también conocida como palera, higuera de indias, figuera de moro, tuna o nopal, que seguro has visto en las regiones cercanas a la costa. Es un alimento dulce que puede aportar numerosos beneficios para nuestra salud. Te contamos cuáles. 

El higo cumbo se ha utilizado durante mucho tiempo en la cocina mexicana y cada vez gana más popularidad en otros países, por su delicioso sabor y múltiples usos. Su pulpa es jugosa, contiene semillas y tiene un sabor dulce similar al de la sandía, aunque a algunas personas les recuerda más al melón. Se puede comer cruda o cocida. A menudo se convierte en jugo y se agrega a los cócteles o se cocina en mermeladas, y sus flores también son comestibles.

Además, el higo cumbo tiene un perfil nutricional impresionante ya que destaca su contenidos de magnesio, calcio, potasio, fósforo, vitamina C, compuestos fenólicos, flavonoides y antioxidantes que pueden ayudarnos a protegernos contra ciertas enfermedades.

Propiedades y beneficios

1-De efecto saciante y apto para diábeticos, el higo chumbro presenta efectos beneficiosos sobre el metabolismo de la glucosa y los lípidos y ayuda a regular el azúcar en la sangre. 

2-El mucílago del higo contribuye a regenerar la mucosa, lo que la convierte en una fruta indicada para la gastritis, la acidez o la úlcera de estómago. 

3-También es un gran remedio para detener las diarreas tanto si se come el higo, como si se hace una infusión con las flores.

4-El higo cumbo protege el hígado de sustancias hepatotóxicas. Se cree que los compuestos antioxidantes que contiene ayudan a proteger contra la inflamación y el estrés oxidativo que pueden dañar el hígado.

5-Además, puede reducir los niveles de colesterol LDL y mejorar los valores del colesterol total. Esta acción hipocolesterolémica  puede explicarse en parte por su alto contenido en fibra (pectina).

La estacionalidad de los higos va de agosto a noviembre y se debe recolectar cuando todavía tienen tonalidades verdosas, amarillentas o anaranjadas con la piel brillante y firme. Cuando tienen un color rojo intenso y se empiezan a deformar quiere decir que ya están demasiado maduras y las semillas son demasiado grandes para su consumo.

Los higos chumbos más firmes pueden mantenerse a temperatura ambiente, siempre que no haga un calor excesivo, varios días; mientras que los más maduros deben ser refrigerados. Los ejemplares que encontraremos en el mercado, por lo general, ya están limpios de espinas, aunque conviene ir con cuidado. En cualquier caso, deberemos pelar la fruta antes de consumirla o utilizar su pulpa en una receta.