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Artículo científico
Rinitis atrófica
porcina (II)
Dr. Antonio Palomo Yagüe. Director División Porcino. Setna Nutrición – INZO INVivo. antoniopalomo@setna.com
Lesiones y signos clínicos
Para conocer mejor el origen de la clínica en
rinitis atrófica, consideramos explicar previamente el cuadro de lesiones.
Dentro de las lesiones macroscópicas, tanto en la rinitis atrófica progresiva como en
la regresiva, las mismas se centran en la cavidad nasal y estructuras adyacentes. Las
principales lesiones que podemos encontrar
son:
• Atrofia de cornetes ventrales y dorsales
indistintamente y por separado en cada
individuo con grandes variaciones en ubi-
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cación y gravedad. Estas estructuras en
casos graves pueden incluso llegar a desaparecer.
• Atroia y/o desviación del septo nasal que puede ser simétrica o asimétrica, con desviación del
hocico hacia arriba o hacia los laterales.
• Formación de exudados mucopurulentos en
la cavidad nasal, que en ocasiones pueden ir
acompañados de sangre.
En cuadros de rinitis atróica, como complicaciones secundarias podemos observar cuadros
respiratorios de vías inferiores con lesiones de
bronconeumonía en lóbulos apicales y cardiacos
del pulmón.
Las lesiones microscópicas que nos sirven de referencia después de las obvias macroscópicas son:
• Fibrosis de placas óseas de cornetes nasales.
• Inlamación de lámina propia de la mucosa nasal con procesos degenerativos.
La clínica de la rinitis atróica puede pasarnos desapercibida en los primeros estadios de su presentación, y más en los casos de rinitis atróica regresiva, a pesar de la evidencia clínica de las formas
graves de la rinitis atróica progresiva.
Podemos identiicar con claridad la presentación
clínica en los cebaderos de la rinitis atróica progresiva, caracterizada por:
• Desviación del hocico lateral o frontal.
• Lagrimeo y suciedad acumulada en porción
ventral ocular por oclusión del conducto nasolacrimal. No siempre esto tiene relación lineal y
directa con que sea rinitis atróica.
ALA 2011.
superar hasta el 30% en cerdos convencionales y
dependiendo de la gravedad del mismo.
• Aumento considerable de cerdos con retraso del
crecimiento que origina una tasa de colas elevado, perdiendo valor óptimo al sacriicio.
No son menos frecuentes los cuadros de rinitis
atróica regresiva donde ya podemos observar
en edades recientes de lechones (3-4 semanas
de vida o anteriormente) signos clínicos que
no por menos aparentes tienen menor impacto económico sobre la producción. En lechones
afectados por rinitis atróica regresiva podemos
encontrar:
• Estornudos frecuentes (debemos diferenciar tos
de estornudo).
• Resoplidos con exudados nasales mucopurulentos de diferente gradación.
• Estornudos con o sin exudados nasales.
• Apetito inferior al isiológico con retraso del crecimiento (25-40 gramos al día).
• Hematemesis: sangre por uno o los dos oriicios
nasales.
Diagnóstico
• Deformaciones faciales: arrugas en el hocico y
cara.
El diagnóstico de la rinitis atróica progresiva a
priori es más sencillo que el de la rinitis atróica regresiva, basándonos en la sintomatología clínica.
• Hipertroia nasal en laterales de molares.
• Retraso evidente del crecimiento con medias referenciadas en literatura del 16-19%, llegando a
No obstante, en granjas que usamos tratamientos
antibióticos masivos podemos tener dicha clínica
externa oculta y enmascarada.
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b) Examen bacteriológico posterior al lavado pulmonar en muestras tanto de cerdos vivos como
en el propio matadero. Es mucho más preciso
que el estudio a partir de hisopos nasales o
muestras de exudados nasales. Los mismos
se deben transportar al laboratorio en solución salina fosfatada y refrigerados (4-8º C). Las
siembras se hacen en agar sangre o agar MacConkey enriquecida con glucosa 1%. El análisis
a partir de tonsilas y pulmones es frecuentemente utilizado con base diagnóstica. La determinación de cepas toxigénicas no es sencilla
mediante técnicas de cultivo bacteriológico,
por lo que difícilmente nos darán un diagnóstico deinitivo.
ALA 2011.
En ambos casos, además del diagnóstico clínico,
debemos asegurar y conirmar la enfermedad
mediante el apoyo en las siguientes técnicas diagnósticas:
a) Diagnóstico post-mortem basado en el corte transversal del hocico del cerdo a nivel del
primer-segundo premolar superior y evaluar
el grado de atróica de cada uno de los cuatro
cornetes nasales. Existen varias técnica de valoración de dichas lesiones (0 a 5), pero son variables según el instructor, además de no guardar una relación lineal y directa con la gravedad
de las formas de rinitis atróica. Se necesitan
un mínimo de muestras de hocicos por partida
para que el diagnóstico sea signiicativo (20%).
c) Serología mediante la detección de anticuerpos aglutinantes en suero. La información de
dicha técnica es menos especíica que la de los
cultivos bacteriológicos en medios especíicos.
La serología no diferencia entre anticuerpos de
cerdos infectados o cerdos vacunados. Si no están vacunados, la serología puede ayudarnos
en el diagnóstico primario de la rinitis atróica.
d) Técnica de PCR especíico para cepas toxigénicas de Pasteurella multocida tipo D.
En cuanto al diagnóstico diferencial de la rinitis
atróica debemos tener en cuenta las siguientes
patologías:
• Infecciones por citomegalovirus: rinitis por cuerpos de inclusión.
• Virus inluenza.
• Virus Aujeszky.
• Virus del Síndrome respiratorio y reproductivo
porcino.
• Mal diseño de comederos y bebederos que determinan deformaciones maxilares.
Prevención y control
Las medidas puntuales y/o aisladas en el orden
terapéutico o de manejo no son suicientes para la
resolución efectiva de problemas de rinitis atróica, tanto progresiva como regresiva.
El conocimiento preciso de la granja o estructura
productiva es crítico para entender el origen del
Braquignatia superior; característica clínica de la Rinitis Atróica. NGL.2010.
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problema, al mismo tiempo que se necesita un
diagnóstico de laboratorio que avale el diagnóstico epidemiológico y clínico, a efectos de desarrollar el programa de medidas para el tratamiento,
control y prevención futura de la rinitis atróica
tanto progresiva como regresiva.
Para ello, debemos considerar el conjunto de medidas de manejo, terapéuticas, ambientales, genéticas, nutricionales y procedimientos de vacunación
especíicos frente a esta enfermedad infecciosa
con gran impacto económico sobre la producción.
La valoración de las pérdidas económicas en cada
caso justiicarán sobradamente las medidas de actuación, ya que el retorno de la inversión de cada
una de ellas es considerable.
Los principales objetivos de dichas medidas deben
tener como base los siguientes puntos:
a) Reducir la prevalencia – presión de infección de
la Bordetella bronchiseptica y Pasteurella multocida
tanto en cerditas futuras reproductoras como
en cerdas en producción, lechones y cerdos de
engorde.
b) Reducir el grado de lesiones en la mucosa nasal
y cornetes para neutralizar las pérdidas económicas derivadas de la misma sobre el rendimiento productivo de los cerdos (crecimiento,
conversión).
c) Reducir las lesiones para evitar infecciones bacterianas secundarias que agraven el proceso y
su clínica.
d) Mejorar las condiciones de confort ambiental
que faciliten la eiciencia respiratoria y el aprovechamiento de los nutrientes.
Toma de muestras con hisopos nasales para su posterior aislamiento. NGL.2010.
• Vacunación y revacunación con intervalo de 3-4
semanas durante la cuarentena con vacuna inactivada que contenga de ambas bacterias (Bordetella bronchiseptica y Pasteurella multocida tipo D
toxigénica).
Una vez que las cerditas han entrado en la granja
problema, se prescribe el uso de un programa de
vacunación especíico con la vacuna mencionada,
y que incluya:
• Primera vacunación: dos vacunas a 8-7 y 4-3 semanas previas a la fecha indicada del parto. En
casos agudos podemos realizar dicha doble vacunación a todo el efectivo reproductor en sábana, independientemente del estado reproductivo en que se encuentren.
La primera de las medidas de prevención frente a
rinitis atróica sería evitar la entrada a la granja de
las bacterias Bordetella bronchiseptica y Pasteurella
multocida toxigénica tipo D, a través de portadores
inaparentes como las cerditas futuras reproductoras. Para ello son precisas las siguientes pautas:
• Conocer la sanidad de origen de las cerditas de renuevo, conjuntamente con los tratamientos y vacunaciones en la granja de la que provienen, con
el compromiso irme de las partes de estar libres
de rinitis atróica tanto progresiva como regresiva.
• Ausencia de signos clínicos aparentes en la entrada y durante la fase de cuarentena estricta de
nueve semanas.
Toma de muestras en tonsilas. NGL.2010.
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• Revacunación en la siguiente gestación con una
sola dosis entre las 4-3 semanas previas a la fecha estimada del parto.
A estas medidas de vacunación altamente eicaces en la práctica, debemos acompañar en todo
momento las pautas prescritas demostradas positivas, y que referenciamos a continuación:
aplicación, teniendo en cuenta su coste de tratamiento por cerdo y el periodo de supresión
son requeridas; valorando siempre su aplicación
conjunta con las eicaces pautas de vacunación,
ambientales, bioseguridad, manejo y control del
renuevo de las cerditas de reposición.
a) Prácticas de vacío sanitario estrictas: limpieza,
lavado, desinfección y tiempo de vacío entre
bandas de producción de cerdas lactantes, lechones y engorde. Si el lavado lo hacemos con
agua caliente, aún será más efectivo.
b) Reducir la densidad de animales en el mismo
espacio.
c) Estrictas medidas de bioseguridad: ausencia de
gatos, perros, pájaros, ratas; así como contacto
de los cerdos con otros animales de producción susceptibles como ovino, caprino, vacuno,
equino.
d) Mantener correctas condiciones medioambientales en la granja: renovación del aire, concentración de oxígeno y gases, rangos de temperatura y humedad relativa, polvo ambiental).
El uso adicional conjunto de medidas terapéuticas
con las vacunas inactivadas que incluyen la Bordetella bronchiseptica y la Pasteurella multocida tipo D
toxigénica, nos ayudan a reducir las lesiones y la
gravedad de la clínica en los cuadros sobre todo
agudos de la enfermedad, al tiempo que a mejorar
los índices productivos de los cerdos infectados,
tanto lechones como cerdos de engorde.
Los principales antibióticos que tienen demostrada sensibilidad frente a Bordetella bronsicheptica y
Pasteurella multocida toxigénica son:
• Tetraciclinas: oxitetraciclina, clortetraciclina y
doxiciclina
ALA 2011.
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