Es el verde más usado. Más que la espinaca de Popeye. Es la ensalada básica de todas las familias, de todos los asados, de todas las dietas. Pero cada vez hay más tipos de lechuga. Cuáles son y cómo usarlos en la cocina.
Hay lechugas de hoja dura como la criolla, la más popular en Argentina, y otras de hoja blanda. Cualquiera sea la elección siempre se podrá preparar con ellas una buena ensalada pero también otras recetas cocidas.
Lechuga criolla
Es una variedad española y es la lechuga de toda la vida y se encuentra en todas las verdulerías, todos los supermercados y todos los mercados del país. Es muy económica y la más nutritiva de todas.
Sus hojas son duras y tiene un sabor ligeramente amargo, sobre todo el nervio central. Es una gran opción para preparar la famosa ensalada César, ya sea la receta tradicional o la versión moderna con pollo.
Escarola
Es escuchar o leer escarola e imaginar esa gran hortaliza de hojas rizadas, de color verde claro tirando a amarillo. Sin embargo no hay una sola escarola, aunque esta sea la más común. La hay de dos tipos: la de hoja rizada y la de hoja lisa o escarola francesa. Diferentes en apariencia, pero no en sabor pues ambas son ligeramente picantes y amargas.
La temporada propia de la escarola es la época de invierno, aunque hoy día se puede encontrar en las verdulerías durante todo el año. La escarola aporta sabor y cuerpo a las ensaladas y marida muy bien con vinagretas suaves y frutas u otros alimentos dulces.
Ensaladas con escarola: de queso de cabra y nueces con miel y mostaza; de peras y avellanas o de peras caramelizadas.
Radicchio
De hojas rojas duras, crujientes y ligeramente amargas, es muy valorada por sus propiedades digestivas. Igual que ocurre con la escarola, va muy bien con las vinagretas. Se cultiva todo el año, pero sus mejores momentos son la primavera y el otoño.
Tiene un sabor muy fuerte por eso se suele mezclar con la lechuga criolla. En esta mezcla de las dos lechugas se pueden hacer: ensaladas de pera y queso brie y ensalada de verdes con chips de boniato.
Lechuga francesa
También llamada lechuga trocadero, la variedad de lechuga francesa muestra hojas largas y muy verdes, finas y de sabor dulce y suave. Se recomienda consumirla en primavera, ya que es su mejor época. Es muy buena para hacer ensaladas de todo tipo, combinándola con tomates, cebollas frescas o caramelizadas.
Lechuga iceberg
La lechuga iceberg, muy habitual de encontrar en los supermercados, tiene forma de esfera compacta. Recibe su nombre de su resistencia al frío, y es muy usada como guarnición de todo tipo de platos por su sabor suave.
Rúcula
La rúcula es una variedad de lechuga de la zona mediterránea. Tiene un sabor intenso con toques amargos y picantes, y se cultiva a lo largo de todo el año, aunque su cosecha debe realizarse antes de la floración.
Sopas frías y calientes
Se puede usar la lechuga para hacer una crema fría similar al gazpacho, refrescante y nutritiva. Hay que mezclarla con aceite de oliva virgen, agua fría y un toque de vinagre y sal.
Si se prepara una crema caliente, se puede comer como plato principal o como acompañamiento, según los ingredientes que se le agreguen: de manera ligera con cebolla y apio, o hacer una crema más contundente con calabaza, zucchini y puerros.
Smothies
La lechuga combina de maravilla con otros vegetales y frutas para preparar nutritivos batidos, refrescantes y llenos de vitaminas. Tiene un gran contenido en agua, es baja en sodio y más fácil de digerir que otras hojas verdes. Con sandía, manzana, apio, pepino, ananá, limón, bananas y kiwis.
Al wok
Una lechuga fuerte como la romana, refresca y da textura a un wok de carne, sea de carne roja, pollo o cerdo. La lechuga se agrega cortada en piezas grandes, en el último momento junto con la salsa, y dejar que se cocine durante un par de minutos.
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