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El fracaso electoral marca el segundo día de las presidenciales en Afganistán

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Trabajadores de la Comisión Electoral Independiente contando votos en...
Trabajadores de la Comisión Electoral Independiente contando votos en Kabul. HEDAYATULLAH AMID EFE

La segunda jornada electoral de las elecciones parlamentarias en Afganistán ha vuelto a ser un día de bombas, asesinatos y caos en la organización. Los 15 muertos de este segundo día de votaciones, aprobado extraordinariamente por la Comisión Electoral Independiente (IEC), se añaden a los 36 fallecidos el sábado. Sin embargo, solamente "alrededor de tres de los 8,8 millones de afganos registrados han votado", según el presidente de la IEC, Abdul Badi Sayat.

Para el día de extensión electoral se han abierto "253 colegios en 22 provincias afganas, después de que ayer 401 no lograran abrir por problemas técnicos y de seguridad", ha informado Badi Sayat. Pero el miedo y las amenazas talibán han detenido a muchos votantes. El recuento de los ataques del sábado es escalofriante: "36 muertos y cientos de heridos en casi 200 incidentes", según ha confirmado el ministro del Interior, Akhtar Mohammed Ibrahimi. "Las fuerzas de seguridad abatieron a 31 insurgentes", ha añadido.

Los comicios también han registrado disturbios protagonizados por votantes. Colegios electorales atacados por vándalos, corte de carreteras, peleas e intentos de fraude electoral. En los dos días de elecciones las fuerzas de seguridad afganas han llevado a cabo "60 arrestos por presuntos delitos de interferencia y fraude electoral", ha informado el portavoz de Interior, Najibullah Danish.

El peor incidente del segundo día de votaciones se ha registrado en la zona de Mamand Dara, en el distrito de Achin, parte de la provincia de Nangarhar, donde los 11 miembros de una misma familia (cuatro hombres, una mujer y seis niños) ha muerto como consecuencia de una bomba de carretera que explotó al paso del autobús en el que viajaban. Mamand Dara está cerca de uno de los bastiones tanto de los talibán como del Estado Islámico, allí no hay colegios electorales, por lo que todavía no está claro si éste incidente tiene que ver con las elecciones.

La ofensiva talibán contra las parlamentarias afganas comenzó el sábado por la mañana y todavía no ha terminado, ni lo hará pronto, porque ésta sólo ha sido parte de su ofensiva general. Las ejecuciones y las bombas y ataques que han llevado a cabo estos días no cambian el curso de la guerra, pero sí han demostrado que los yihadistas son capaces de parar e injerir en el proceso democrático en gran parte de las provincias del país.

Su campaña a base de terror y plomo, sin duda, afectará a los resultados. Por otro lado, se prevé una confrontación por los resultados entre los dos grandes campos políticos del Parlamento, el del presidente afgano, Ashraf Ghani, y el del jefe del Ejecutivo, Abdullah Abdullah. La batalla por los resultados para llenar los 250 asientos de la Wolesi Jirga, programada para terminar el 20 de diciembre, no ha hecho más que empezar.

Los talibán consideran el proceso "ilegítimo"

El jefe de la IEC ha asegurado que "el 80% de los votos emitidos el sábado ya han sido contados", sin ofrecer más información al respecto. Además, ha admitido que los comicios se han enfrentado a problemas incluyendo "retrasos, confusión a la hora de utilizar el sistema biométrico para votar, falta de materiales electorales y de personal del IEC.", ha explicado.

Sin embargo, Abdul Badi Sayat ha mostrado muy poca humanidad ante los empleados del IEC que, vencidos por el miedo, no se han presentado en los colegios para llevar a cabo su trabajo. "No somos responsables de los que no han aparecido", ha declarado. Los que sí que lo han hecho se han jugado la vida, y en algunos casos hasta la han perdido por participar en un proceso que los talibán consideran "ilegítimo y extranjero".

En la provincia de Balkh, hoy han aparecido "los cuerpos de al menos cuatro observadores electorales ejecutados por los talibán en Mazar-e Sharif", la capital provincial, "después de que fueran secuestrados el sábado por la noche en el distrito de Nahr Shahi", según ha informado el portavoz de las fuerzas de seguridad de la región, el comandante Sher Jan Durani.

A pesar de que la votación estaba programada para terminar a las cuatro de la tarde, hora afgana, el reloj no ha sido respetado en algunos colegios, los cuales han vuelto a sufrir largas colas, así como los mismos problemas con el sistema de votación. "Los trabajadores de la IEC han sido incompetentes o tenían dificultades para utilizar la verificación biométrica, algunos colegios han abierto tarde y la falta de papeletas ha continuado", según ha indicado a Pajhwok News el portavoz de la Comisión de Quejas Electorales, Ali Reza Rohani. "De momento ya hemos contabilizado 5.547 quejas de votantes", ha añadido.

Por otra parte, los datos de la Fundación por unas Elecciones Transparentes en Afganistán, la TEFA, confirman el desastre del sistema biométrico. "El 32% de máquinas no han funcionado en el 22% de los colegios electorales", han indicado. "Sólo en Kabul se han recibido 1.700 quejas", ha admitido el director de la IEC, cuya cifra oficial de votantes que han metido una papeleta en la urna, poco más de tres millones, comparada con la de registrados, 8,8 millones, pone en evidencia el fracaso electoral de los comicios.

La pregunta en el aire ahora, además de qué campo político saldrá vencedor, es si el caos de estas elecciones es un mal presagio de lo que está por venir en las cruciales Presidenciales previstas para abril de 2019. Las dudas sobre la capacidad de la IEC no jugarán a su favor, porque "han demostrado que no pueden supervisar unas elecciones aceptables y transparentes", ha sentenciado a AFP el director de la Red de Análisis Afgana (AAN), Thomas Rutting, uno de los mayores expertos sobre el país.

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