Médicos Sin Fronteras (MSF) continuamos dando respuesta a las múltiples necesidades de salud en el norte de Siria, donde 12 años de guerra y una crisis económica cada vez más profunda han provocado un gran sufrimiento en la población. 

  • 185.310.000 litros de agua limpia distribuidos
  • 1.017.900 consultas externas
  • 102.900 vacunaciones rutinarias
  • 33.500 familias reciben artículos de primera necesidad
  • 29.400 personas hospitalizadas
  • 13.900 partos asistidos, incluidas 3.230 cesáreas
  • 10.700 consultas individuales de salud mental
  • 7.700 intervenciones quirúrgicas  
  • Mapa de proyectos MSF en Siria en 2022

En 2022, dirigimos programas en el noroeste y noreste de Siria, donde el acceso y la situación de seguridad lo permitían. Nuestros equipos proporcionaron una gran variedad de servicios médicos, incluidos la atención de traumatismos y heridas, la atención médica materno-infantil, el tratamiento de enfermedades crónicas y por violencia sexual, el apoyo a la salud mental y las actividades relacionadas con la protección mediante centros sanitarios fijos y móviles.

En julio, Bab Al-Hawa, la última frontera humanitaria para ingresar a Siria, tuvo una amenaza de cierre después de que se vetara la reanudación de sus operaciones en el Consejo de Seguridad de la ONU. La autorización se renovó finalmente solo durante seis meses más, lo que demuestra la fragilidad del acceso humanitario a Siria, que sigue dependiendo de las decisiones políticas y no exclusivamente de las necesidades humanitarias de los millones de personas desplazadas en la región. 

En septiembre, la contaminación de las aguas residuales del río Éufrates y la grave escasez de agua contribuyeron a que se produjera el primer brote de cólera de los últimos 15 años en el país. Se anunció en la provincia de Alepo y se extendió rápidamente a otras partes del norte de Siria.

  • matrona de MSF examina a un recién nacido. Idlib, noroeste de Siria

Noroeste de Siria

A fines de 2022, aproximadamente 4,4 millones de personas residían en el noroeste de Siria y, aproximadamente, 2,8 millones estaban desplazadas internamente. Sus ya precarias condiciones de vida siguen deteriorándose debido al conflicto actual, al empeoramiento de la situación económica y al aumento de los precios. Por ello, los habitantes están perdiendo su esperanza en el futuro, lo que a su vez afecta a su salud mental. Por lo tanto, las necesidades humanitarias siguen siendo extremadamente altas, en especial en lo relacionado con la atención médica, los servicios de agua y saneamiento, los alimentos y la vivienda. Sin embargo, la ayuda a la zona ha disminuido.

Esta situación se agravó por las barreras adicionales que representan los frentes de combate activos, las restricciones de acceso y los problemas de flujo de suministros, que afectan la capacidad de respuesta de MSF. Por este motivo, creamos una red de socios con los que trabajamos para proporcionar atención donde más se necesite.

Para abordar las necesidades médicas en las provincias de Idlib y Alepo, donde el sistema de atención médica sigue siendo frágil, MSF gestionamos de forma conjunta y ofrecemos apoyo técnico a siete hospitales. Además, dirigimos el único centro sanitario de la zona especializado en quemaduras. También dirigimos clínicas móviles y apoyamos a los centros de salud general para proporcionar atención a las personas que viven en los campamentos.  

Nuestros servicios incluyen intervenciones quirúrgicas, cuidado de heridas y tratamiento de quemaduras, atención obstétrica y pediátrica, tratamiento de infecciones y enfermedades crónicas y atención de estados de la piel relacionadas con las malas condiciones de vida, como la sarna y la leishmaniasis. También ofrecemos apoyo a la salud mental, actividades de promoción de la salud y vacunación rutinaria.  

En los campos de desplazados, nuestros equipos trabajaron para mejorar los centros sanitarios de suministro de agua y saneamiento mediante la construcción de bloques de letrinas y la distribución de inodoros para personas con discapacidad. Además, proporcionamos kits de higiene y artículos de primera necesidad, como mantas y materiales de calefacción, para ayudar a los residentes a sobrellevar el invierno. También realizamos vigilancia comunitaria en los campamentos, para facilitar la detección temprana de las necesidades médicas y humanitarias. 

Después de que se anunciara el brote de cólera en el mes de septiembre, nuestros equipos crearon y gestionaron centros de tratamiento del cólera y puntos de rehidratación; y organizaron las derivaciones de pacientes. También mejoramos las instalaciones de agua y saneamiento, principalmente en los campamentos de desplazados, y organizamos sesiones individuales y grupales de promoción de la salud.

  • Una enfermera examina a una mujer desplazada. Idlib, Siria

Noreste de Siria

Del mismo modo, en el noreste del país, MSF respondimos a las grandes necesidades humanitarias provocadas por el conflicto y la crisis económica; y ayudó tanto a las personas desplazadas como a las comunidades de acogida que tienen un acceso muy limitado a los servicios básicos.

A lo largo del año, apoyamos a un gran centro de atención médica básica en la provincia de Raqqa, que proporcionaba atención de emergencia, consultas de pacientes ambulatorios y tratamiento de enfermedades no infecciosas. También dimos respuesta al aumento de la cantidad de niños desnutridos mediante la creación de un centro de alimentación terapéutica para pacientes hospitalizados en Raqqa, además de nuestro centro de atención de pacientes ambulatorios. Además, apoyamos a las autoridades sanitarias locales para que realizaran la vacunación rutinaria de mujeres y niños en 12 sitios en Kobanê/Ain Al-Arab. En 2022, cedimos el programa de vacunación a las autoridades locales, pero continuamos realizando donaciones a lo largo del año.

En Tal Abyad y Ras Al-Ain, colaboramos con organizaciones locales para restablecer los servicios de inmunización rutinaria y realizamos una campaña de vacunación con la vacuna pentavalente y contra el sarampión y la poliomielitis. Además, proporcionamos a centros sanitarios tratamiento para la leishmaniasis, capacitación técnica y donaciones de suministros médicos.

En los barrios del sur y del norte de la ciudad de Hassakeh, apoyamos a dos clínicas con tratamiento para enfermedades no infecciosas. En el campamento de Al-Hol, en Hassakeh, más de 53.000 personas detenidas (y la mayoría, niños y niñas) siguen sufriendo en condiciones inseguras e insalubres. En 2022, hubo numerosos incidentes violentos en el campamento, que provocaron la muerte de muchos residentes, así como repetidas interrupciones en la prestación de asistencia humanitaria.

  • Un trabajador sanitario examina a un paciente de cólera en la unidad de cuidados intensivos. Idlib, Siria.

En Al-Hol, MSF proporcionamos atención médica básica, tratamiento para enfermedades no infecciosas y apoyo de salud mental. A pesar de nuestros esfuerzos por mejorar los servicios de agua y saneamiento en el campamento, todavía carecen de instalaciones adecuadas. La calidad y el suministro del agua siguen siendo un problema en el noreste de Siria. Desde el verano, a mediados de 2022, hubo interrupciones prolongadas en la estación de agua de Alouk, por lo que prácticamente ha dejado sin servicio a un millón de personas en la provincia de Hassakeh. Nuestros equipos están monitoreando la situación e intervendrán siempre que sea posible.
 
A lo largo del año, respondimos a varios brotes de enfermedades, como la COVID-19, meningitis e infecciones respiratorias agudas graves. Cuando se anunció un brote de cólera en las provincias de Raqqa y Deir ez-Zor, lanzamos una respuesta en colaboración con las autoridades de salud locales, abrimos un CTC en Raqqa y puntos de rehidratación oral en Hassakeh, proporcionamos tratamiento a los pacientes con casos sospechosos de cólera y deshidratación y derivamos a otros centros sanitarios a los pacientes con deshidratación grave. Además, enviamos personal adicional a la zona, incluido personal sanitario comunitario, y trabajamos con otras organizaciones locales para mejorar las actividades de agua y saneamiento mediante la cloración en camiones cisterna, la provisión de suministro de agua de buena calidad y el apoyo a las estaciones de tratamiento de agua con procesos de cloración.


Este artículo ofrece una visión general de nuestro trabajo en este país entre enero y diciembre de 2022; es un resumen que no puede considerarse exhaustivo. En 2022, contábamos con 765 profesionales* y gastamos 36,6 millones de euros en nuestras actividades médico-humanitarias. Trabajamos por primera vez en este país en 2009.

En 2022, MSF España era una de las secciones de MSF con actividades en el país. Si quieres conocer más en profundidad nuestro trabajo allí, consulta nuestro ‘Informe de Operaciones 2022’.

* La cifra de personal equivale al total de puestos a tiempo completo o FTE (del inglés full-time equivalent). Por ejemplo, dos personas a media jornada equivalen a un FTE.