El crecimiento de EPK en Colombia, la marca de diseño francés de ropa para niños, tiene el sello de su gerente general, Samuel Tcherassi: ha sido acelerado. El año pasado, prácticamente abrió una nueva tienda por mes.

Así, desde la primera inauguración en diciembre del 2005 hasta ahora, ya cuenta con 28 almacenes, y las cuentas no paran allí: en año 2015 esperan tener 60 puntos de venta en el país.

A esas velocidades también crecen las ventas: anualmente se incrementan a un ritmo superior al 50 por ciento, aunque las del 2011 fueron 80 por ciento mayores que las del 2010.

“El éxito radica en el concepto del negocio.

Encontramos un vacío en moda para niños y nosotros ofrecemos un producto de moda a precio asequible, en unas tiendas donde priman los niños, con ambiente agradable para las madres”, comenta Tcherassi.

Por eso, la meta este año es llevar este modelo a ciudades como Bucaramanga, Cartagena, Manizales, Montería, Valledupar y Villavicencio, aunque a un ritmo menos acelerado.

Asimismo, busca afianzar las ventas en línea, canal que abrieron en el 2011. “Vendimos 40 millones de pesos en un mes.

La meta para este año es vender 400 millones por Internet”, agrega Tcherassi.

EPK también espera terminar el 2012 con su propia tarjeta de membresía. “No se trata de darles puntos a los clientes sino beneficios, que pueden tener ciertas facilidades”, explica el empresario.

Mientras la empresa le baja un poco al acelerador en cuento a las aperturas en Colombia, le pone velocidad al crecimiento en Brasil. Actualmente, la marca cuenta con cuatro tiendas allí y proyecta la apertura de 15 nuevas en Sao Pablo y otras 15 en Río de Janeiro.

La marca cuenta con 80 tiendas en 14 países. Colombia es un gran representante de EPK, por lo que la colección de primavera-verano de este año está inspirada en Cartagena de Indias.

“Ellos hicieron una colección con diseños de productos que tienen cosas nuestras, pero que son globales, por lo que van a diferentes partes del mundo.

El catálogo fue hecho en la ciudad y hay colores que tienen mucho que ver con nuestras banderas y frutas. Incluso hay una tela que se parece al sombrero vueltiao”, explica Diana Janna, esposa de Samuel.

Ella diseña accesorios para la marca.