Comienza el conteo de votos

La Comisión Electoral iraquí aseguró este domingo que el 40% de los afganos habilitados para votar en los comicios legislativos concurrió el sábado a las urnas, lo que supone un índice de participación superior al de la pasada elección presidencial de agosto de 2009, marcada por fraudes masivos, donde se registró una tasa comprendida entre el 30% y el 33%.

La jornada electoral estuvo marcada por los actos de violencia protagonizados por los talibanes, que habían anunciado su intención de perturbar los comicios. Veintidós personas murieron el sábado: siete civiles, once policías y soldados afganos y cuatro soldados de las fuerzas internacionales, según cifras de la OTAN. Más de 60 afganos y 36 soldados de las fuerzas internacionales resultaron heridos.

Aparte de tener que lidiar con la violencia para poder expresar su voluntad en las urnas, los votantes también se enfrentaron a numerosas irregularidades.

Antes que se dar a conocer el resultado final de las elecciones legislativas el 31 de octubre, la Comisión de Quejas Electorales (ECC) debe examinar las denuncias de fraude.

"Hemos recibido decenas de denuncias de irregularidades. Necesitamos algunos días para recabar y clasificar esas quejas", declaró Ahmad Zia Rafaat, uno de los responsables de la ECC.

“Por el momento, las denuncias más frecuentes tienen que ver con la mala calidad de la tinta indeleble y el uso de credenciales electorales falsas", añadió.

Para el jefe de la ONU en Afganistán, Staffan de Mistura, el balance de la votación es “mitigado”, y a la hora de juzgar la seguridad, estimó que no había sido “buena”.

Para la OTAN, los actos de violencia del sábado fueron más numerosos pero menos letales que durante la elección presidencial del año pasado.

 La ONG FEFA (Fundación afgana por elecciones libres y regulares) afirmó que los comicios dieron lugar a "numerosas irregularidades" que hacen pesar "serias dudas sobre la calidad de las elecciones".