Origen, síntomas y tratamiento del moquillo en perros

Hay una enfermedad que preocupa a muchos dueños de perros, por su capacidad para contagiarse y los síntomas que presenta con frecuencia en sus mascotas: hablamos del moquillo en los perros. En este artículo, te explicamos en qué consiste la dolencia, cómo se detecta y cuál es su tratamiento, entre otras muchas cuestiones relacionadas. De esta forma, podrás estar más preparado si tu amigo peludo resulta contagiado.

Origen, síntomas y tratamiento del moquillo en perros
Origen, síntomas y tratamiento del moquillo en perros - Shutterstock

¿Qué es el moquillo canino y cómo se detecta?

La enfermedad del moquillo canino la descubrió el veterinario francés Henri Carré. Él supo por primera vez que esta patología que afecta a los perros se origina por culpa de un virus perteneciente a la familia Paramyxoviridae, que es muy similar a los virus que causan la peste bovina y el sarampión en los seres humanos. Su incidencia se extiende por todo el mundo y también puede llegar a afectar a otras especies animales, como por ejemplo a los lobos, los mapaches o los zorros.

Un perro puede estar incubando el moquillo durante varias semanas, y normalmente el virus es eliminado de su cuerpo con los debidos cuidados y tratamientos después de siete días de infección.

¿Cómo se contagia la enfermedad? Las causas

Normalmente, la transmisión del moquillo de un perro a otro se lleva a cabo mediante el contacto directo. Es decir, cuando las secreciones corporales de un perro infectado entran en contacto con las de un perro sano. Estas secreciones pueden ser heces, mocos, orina o saliva, por ejemplo.

En cuanto al contagio por contacto indirecto, este es mucho más infrecuente y raro de ver. El motivo es que estamos hablando de un virus débil y poco resistente al calor, por lo que hay que tener en cuenta, por otro lado, que los contagios son más frecuentes en invierno.

No obstante, como es muy habitual que los perros jueguen y se relacionen entre sí, se trata de un virus que está muy presente entre los canes y que es muy difícil, por no decir imposible, de erradicar.

¿Hay riesgo de transmisión a los humanos? 

Puedes estar 'tranquilo': si tu perro se contagia del virus del moquillo canino, no existe ninguna posibilidad de que la enfermedad pase a algún miembro de tu familia.

¿Hay riesgo de transmisión a los humanos?  © Shutterstock

¿Cuáles son los principales síntomas del moquillo?

Mientras dura el periodo de incubación, el virus del moquillo comienza a multiplicarse en el organismo del perro. Al principio, empieza afectando al sistema respiratorio y a las vías linfáticas, momento en el cual empiezan a aparecer los primeros síntomas, que son: fiebre alta, pérdida de apetito y depresión.

Posteriormente, el virus pasa a la sangre del animal y consigue llegar a distintos órganos, como el intestino o el tracto urinario. Aquí es normal que se observen los siguientes síntomas, en función de cuáles sean las partes del cuerpo del perro que están más dañadas por el virus:

  • Ojos: inflamación, lagrimeo, uveítis, conjuntivitis y, en los casos más graves, daño en el nervio óptico que deriva en ceguera.
  • Aparato digestivo: diarrea y vómitos, en ocasiones con sangre y con pronóstico grave.
  • Piel: engrosamiento anormal de la piel (hiperqueratosis) que se localiza en las almohadillas y en la nariz, enrojecimiento generalizado y presencia de pústulas.
  • Sistema nervioso: parálisis, pérdida del apetito, convulsiones y, finalmente, el coma.
  • Sistema respiratorio: dificultad para respirar, tos y secreciones nasales con pus.

Una vez que los síntomas son palpables en el animal, existen tres posibilidades: que se recupere completamente, que lo haga con secuelas o que, tristemente, muera. Que se produzca o no este fatal desenlace depende de la cepa del virus de la que se trate y de la respuesta inmune del perro.

Lamentablemente, uno de cada dos perritos infectados con el moquillo terminan falleciendo a causa de diferentes trastornos neurológicos graves. Por este motivo, es muy importante que ante el primer signo o sospecha, acudas inmediatamente al veterinario.

¿A qué edad puede verse afectado el perro?

El moquillo en perros afecta especialmente a los cachorros que aún tienen entre 3 y 6 meses de vida, y mucho más si aún no han recibido ninguna vacuna contra la enfermedad. Es muy extraño que el virus ataque a un perro adulto vacunado.

¿A qué edad puede verse afectado el perro? © Shutterstock

¿Cómo saber si mi perro tiene moquillo? El diagnóstico

Como has podido comprobar leyendo la lista de síntomas del moquillo en perros en el anterior apartado, estos son bastante inespecíficos y frecuentes también en otras muchas patologías. Por eso, si no aparecen todos de golpe, es muy difícil confirmar la enfermedad de forma precisa sin realizar una serie de pruebas y exámenes, como:

  • Observación microscópica de una muestra conjuntival: es un método rápido y sencillo, pero conviene complementarlo con otro examen adicional para estar seguros de que efectivamente se trata de esta enfermedad.
  • Realización de PCR: mediante el aislamiento del ARN viral gracias al análisis de muestras de heces, orina, lágrimas o mucosas se consigue una gran fiabilidad.
  • Análisis sanguíneo: no sirve para perros vacunados, ya que estos también pueden tener anticuerpos del moquillo en su organismo.
  • Análisis histológico: es el estudio microscópico de las mucosas digestivas, urinarias o respiratorias.

Una vez que el veterinario confirma la presencia de la enfermedad en tu mascota, esta estará preparada para recibir el tratamiento más adecuado para su caso particular.

¿Cómo salvar a mi perro si enferma? ¿Qué tratamientos existen para quitar el moquillo en adultos y cachorros?

Como es lógico, el tratamiento para acabar con el moquillo en los perros va a depender en buena medida de la gravedad de la enfermedad y también de los síntomas que presente el animal en el momento del examen.

El primer paso, sin lugar a dudas, es aislar al perro infectado para evitar que el virus se propague y termine afectando a otros perros (tuyos o de otras personas). Después, se tomarán las medidas necesarias para conseguir aliviar los síntomas y ayudar al organismo del can a combatir con eficacia la enfermedad:

  • Antibióticos: mejor si son de amplio espectro, para prevenir cualquier infección secundaria que pueda originarse por culpa de las bacterias presentes en el cuerpo de los perritos enfermos.
  • Antiinflamatorios: especialmente dirigidos a disminuir la posible fiebre.
  • Antivirales: se utilizan para minimizar la carga viral y conseguir que el sistema inmune del perro pueda luchar con más fuerza contra la enfermedad.

Ocasionalmente, y siempre en función de los síntomas que se observen, el veterinario puede recetar también medicamentos analgésicos, antidiarreicos o antieméticos. A mayores, es posible que si la enfermedad se agrava, el profesional recomiende el ingreso hospitalario para poder vigilar al animal y mantenerlo debidamente hidratado por vía intravenosa.

Sea cual sea el tratamiento elegido por los especialistas, el coste será menor y tu tranquilidad mayor si dispones de un seguro para perros completo.

Principales secuelas del moquillo en perros

En el feliz caso de que tu perro supere la enfermedad, has de saber que es posible que le queden algunas secuelas, más o menos frecuentes, entre las que destacan las siguientes:

  • Tics.
  • Convulsiones.
  • Mioclonías.

El pronóstico del moquillo en perros vacunados

Lo más importante para asegurar un buen pronóstico en caso de contagio es haber optado por la vacunación como principal medida de protección para el animal. De esta forma, tanto el riesgo de contagio como el del desarrollo más grave de los síntomas se reducen considerablemente. Además, teniendo en cuenta que el diagnóstico de la enfermedad y su tratamiento no son específicos, la conveniente vacunación del can se vuelve, si cabe, aún más importante.

Has de saber que las vacunas contra el moquillo en perros pueden comenzar a administrarse a partir de que el perro cumpla las 8 semanas de vida. Posteriormente, se recomiendan otras dos dosis de la vacuna en las semanas 12 y 16, respectivamente. Y, antes de que tu mascota cumpla un año, es muy probable que tu veterinario te aconseje repetir la vacunación, para posteriormente pasar al refuerzo cada 3 años.

Sabemos que las vacunas para perros no son baratas, pero definitivamente son la forma más eficaz de proteger la salud de tu perro a largo plazo. Además, has de tener presente que el coste completo de la vacunación va a ser siempre muy inferior a lo que cuesta el tratamiento de la enfermedad cuando el animal ya se ha contagiado.

Y, si tienes un cachorro y este aún se encuentra en periodo de vacunación, tenemos un consejo más que darte: trata de no sacarlo demasiado a la calle y, sobre todo, de que no entre en contacto directo con otros perros. También es clave que mantengas una adecuada higiene en casa, empleando jabones y detergentes neutros.

Recuerda que el moquillo es una enfermedad potencialmente grave, que se contagia fácilmente si no hay vacunación y que puede terminar, en ciertos casos, en la muerte del animal. Los síntomas, además de ser inespecíficos y complicar el diagnóstico de la enfermedad, pueden terminar provocando trastornos neurológicos que quizá se vuelvan irreversibles.

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Equipo SantéVet