España

La llegada de inmigrantes a España aumenta un 28% y hace crecer la población por segundo año consecutivo

POBLACIÓN

Luis Eduardo y otros compatriotas venezolanos que pidieron asilo en España durante 2016. SERGIO ENRÍQUEZ-NISTAL

España vuelve a ser un destino atractivo para la inmigración. Los extranjeros vuelven a venir de la misma forma que lo hacían antes de la crisis económica, mientras los españoles se siguen marchando aunque no tanto como antes y cada vez nacen menos niños y se registran más muertes.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado este lunes sus datos de migraciones a 1 de enero de 2018, en los que se aprecia un incremento anual del 28% en la llegada de inmigrantes que es el responsable de que la población española haya vuelto a crecer por segundo año consecutivo. Somos 46.659.302 habitantes a 1 de enero de 2018: 132.263 más que el año anterior.

Los datos del INE se sacan a partir del padrón, por lo que reflejan las idas y venidas de las personas que están empadronadas, tengan papeles o no. Quienes figuran en esta estadística deben llevar un mínimo de 12 meses empadronados en España, por lo que las personas que aquí aparecen vinieron o se marcharon, en realidad, durante 2016. Las cifras van, por tanto, con un año de retraso respecto a otros datos en cuando a la movilidad.

Por un lado hay que contar a los que llegan: 532.483 personas (tanto extranjeras como españolas) procedentes de otros países establecieron su residencia en España (un aumento del 28%) durante 2017. Y por otro están los que se van: 367.878 personas abandonaron el país con destino al extranjero (una subida del 12%). De la diferencia entre una y otra cifra sale como resultado que el saldo migratorio con el exterior aumentó en 164.604 personas durante 2017.

Este saldo migratorio es positivo por segundo año consecutivo y ha cambiado la tendencia negativa que se inició en 2010. Se baten, además, todos los récords de la década en cuanto a inmigrantes. "Los 532.483 llegados suponen el dato más alto registrado desde 2008, cuando fueron casi 600.000", confirma Jorge Vega, subdirector general adjunto de Estadísticas Sociodemográficas del INE.

Vienen y se van

Los que vinieron no eran todos extranjeros, aunque sí la mayoría. Del total de inmigrantes que se han instalado a vivir en España, 78.058 (el 14%) tenían nacionalidad española. El resto (454.424) eran extranjeros.

En cuanto a los que se han ido, 87.685 (el 23%) eran españoles y, de ellos, 54.923 habían nacido en España. El resto adquirieron la nacionalidad española cuando llevaban tiempo viviendo aquí. Los otros emigrantes (280.193) eran extranjeros. El dato indica que los extranjeros vienen, pero también se van. Las migraciones no son algo estático y unidireccional.

"A diferencia de la burbuja inmigratoria que hubo en 2005, 2006 y 2007, ahora las personas entran y salen, hay más movilidad, entra más gente y se va más gente", explica Antonio Izquierdo, catedrático de Sociología de la Universidad de La Coruña, que explica que hay 1,3 millones de estudiantes moviéndose por toda la UE y que los flujos migratorios son, sobre todo, de trabajadores temporales, familiares de trabajadores y ciudadanos de la UE que "vienen y se van".

Los refugiados, en toda esta movilidad, sólo representan el 12,8% de toda la inmigración que llega a la OCDE, añade Izquierdo, mientras que el 38% corresponde a flujos familiares y el 32% a ciudadanos comunitarios.

¿De dónde vienen?

La inmigración que llega a España viene predominantemente de América Latina, sobre todo de Venezuela, cuya población empadronada en España ha subido un 44% en el último año. Llegan huyendo de la dictadura de Nicolás Maduro y de la carestía económica. Este incremento ha llamado la atención a los expertos del INE.

Colombia sigue a Venezuela en el ránking (su población ha aumentado en un 15%) y también Italia (un 8%). Marruecos sigue siendo el país con mayor presencia en España, con 682.515 compatriotas empadronados. Le siguen Rumanía (675.086) y el Reino Unido (285.698), dos países que este año han perdido población, muy probablemente por esa movilidad circular que caracteriza a esta nueva oleada migratoria. Son, de hecho, estas nacionalidades las que registran los saldos migratorios más negativos. Se van más rumanos e ingleses que vienen.

¿Y los españoles dónde se van? Lo primero que hay que decir es que "los españoles nacidos en España se siguen yendo al extranjero más que retornan", apunta Jorge Vega. Eso confirma que el incremento de la población es debido al crecimiento de la población con nacionalidad extranjera.

Los españoles que se van se marchan sobre todo a Reino Unido, Francia, EEUU, Alemania y Ecuador. En el caso de Ecuador, Bolivia o Colombia, precisa el INE, se trata de población no nacida en España o de niños menores de 16 años, "lo que parece indicar una migración de retorno de ciudadanos extranjeros que han adquirido la nacionalidad española junto a sus hijos nacidos en España".

De los 78.058 españoles que han venido, la mitad (45.144) nació fuera de España y obtuvo la nacionalidad en algún momento. Es decir, es inmigración de retorno o consecuencia de la llamada Ley de Nietos.