Chile abandona los viñedos ante la caída de las ventas

Tal es el declive mundial del consumo de vino, que un país como Chile está abandonando los viñedos y, en algunos casos, considerando eliminarlos por completo, según Sebastián Labbé, enólogo de las mejores etiquetas de Viña Santa Rita, entre ellas Casa Real.

La medida puede compararse con lo que está ocurriendo en Burdeos, donde en marzo de este año se acordó que la región eliminaría casi 10.000 hectáreas de viñedos debido al exceso de oferta, pero a diferencia de Francia -donde se han destinado 57 millones de euros para que los viticultores dejen de producir vino-, los viticultores chilenos no recibirán ninguna ayuda económica por arrancar viñas.

Durante un encuentro con db en Londres a principios de mes, Labbé presentó un panorama bastante sombrío de la situación actual de Chile, aunque también destacó aspectos positivos de la producción vitivinícola del país latinoamericano, sobre todo la calidad de la última cosecha, que calificó de "fantástica".

Pero lo que más preocupa a Labbé es el descenso de la demanda nacional y extranjera de vino chileno, sobre todo en la gama baja.

Hablando de las crecientes existencias de vino en el país, dijo que los productores empezaban a preocuparse, ya que tendrían que vender pronto lo que hay en cubas y barriles para hacer sitio a la próxima cosecha, que empezará a recogerse dentro de cinco meses.

"Se avecina una nueva cosecha y los productores necesitan espacio", afirma.

A continuación, señaló que Viña Santa Rita se encuentra en una posición relativamente fuerte, ya que en los últimos 12 meses sus ventas se han situado "en torno a un 8-9% por debajo de lo presupuestado", pero otros "grandes nombres están entre un 30-40% por debajo", apuntó.

Como consecuencia del descenso de las ventas, que atribuyó a la caída de la demanda en los principales mercados de exportación, sobre todo China, combinada con los bajos niveles de consumo interno de vino -que, según dijo, es de sólo 12 litros per cápita al año-, declaró a db que "muchos viñedos ni siquiera se han vendimiado este año".

De cara al futuro, cree que estos emplazamientos podrían retirarse totalmente de la producción.

"Tenemos 130.000 hectáreas en Chile, y un gran número de ellas serán arrancadas", dijo.

"Muchos de ellos no se han cultivado este año, y sólo no se han arrancado porque eso requiere una inversión", añadió.

Y continuó: "Nos enfrentamos a un par de años muy difíciles en Chile, siendo probablemente esta cosecha la próxima la más complicada".

Sin embargo, en un tono más positivo, afirmó que la caída de la demanda se produjo en los vinos de entrada, señalando que el "nivel superior" -que definió como los vinos por encima de 500 dólares la caja- "está creciendo" en ventas.

Además, aseguró que la cosecha de este año fue "una vendimia fantástica", destacando que no fue calurosa como la de 2020 - "que fue la más cálida de las últimas tres décadas"-, sino "suave", registrando que la última cosecha alcanzó un total de 1703 grados día de crecimiento (GDD), refiriéndose a la suma en el Valle del Maipo.

Esto, dijo a db, "está ligeramente por encima de la media de los últimos 20 años, que es de 1663, y por encima de 2018, que fue fresco, con 1642 GDD."

Pero, mientras que 2023 ha saltado a los titulares por las condiciones cálidas y secas, dijo que "las altas temperaturas durante el día bajaron rápidamente por la noche, lo que no ocurrió en 2020, cuando las temperaturas subieron y luego se mantuvieron allí durante períodos más largos."

En consecuencia, dijo que en 2023 se registraron grandes diferencias térmicas diurnas de hasta 19 grados centígrados, lo que ha garantizado que los vinos resultantes "hayan mantenido su frescura".

De hecho, describió los vinos de 2023 como maduros, sin ningún carácter herbáceo. Además, debido a la recolección temprana - "probablemente la más temprana de nuestra historia"-, Santa Rita tiene alcoholes de 13,2-13,3%, según Labbé, al hablar de los Cabernets destinados a su vino insignia, Casa Real.

Las observaciones de Labbé sobre la demanda mundial de vinos de gama baja coinciden con las que Rodolphe Lameyse, Director General de Vinexposium, hizo en una rueda de prensa celebrada en Londres la semana pasada.

Basándose en los datos de IWSR, Lameyse señaló que los mayores descensos en 2022 y previstos para finales de este año se registran en el sector del vino "value and below", que abarca el extremo más barato del mercado, con una caída de las ventas mucho mayor que en la cerveza o las bebidas espirituosas, aunque estas categorías también están sufriendo el descenso de las ventas en este sector de bajo nivel de precios.

Por el contrario, en el caso del vino -junto con la cerveza y las bebidas espirituosas- se observa un crecimiento del "superpremium y superior", que según Lameyse abarca las botellas de vino con un precio de venta al público igual o superior a 20 euros, al tiempo que expresó su esperanza de que se produzca un repunte de las ventas de vino en Estados Unidos y, de forma más inmediata, también en China.

"La cuestión principal se refiere al nivel de existencias, que son elevadas en Estados Unidos y muy altas en China, y el consumo no repunta", empezó diciendo, antes de añadir: "Es una situación muy frágil, y los próximos meses serán cruciales."

Según las cifras publicadas por la World Bulk Wine Exhibition (WBWE), en el primer semestre de 2023, las exportaciones chilenas de vino a granel cayeron más de un 25%, alcanzando los 11,32 millones de hectolitros, lo que representa un total de 124,7 millones de dólares.

El vino a granel representó el 41% del volumen y el 17% del valor total de las exportaciones de vino de Chile en los seis primeros meses de este año, según la WBWE.

Mientras tanto, las exportaciones de vino embotellado sufrieron niveles similares de descenso, con una caída de casi el 25% tanto en volumen como en valor. Las exportaciones de vino embotellado de Chile representan algo más del 56% del volumen y el 80% del valor.

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